martes, 20 de septiembre de 2016

BELLA Y BESTIA:
El bruto ávido de arrebato, turbado por la augura perniciosa, se acercaba a la guarida de la arpía güera, la guerrera cuentista de verbo afable que engatusa con sus ocelos añiles a flacos de brío.
La luna llena refulgente, irradiaba la senda, los árboles milenarios proyectaban sus brunas sombras, el corazón del bruto tronchado bombeaba la linfa viscosa de la bilis.
La expiación, la oblación, la expiración, todo sucedió en pocos momentos, la inhiesta espada de témpano nublo los fanales de la pupila alvina, tiñendo de carmesí la fronda floresta la sibila dormía, el sueño placido, su magia no pudo augurar la ira del bruto que impregnado del fluido escarlata, la serosidad, plañía sentado junto al finado ser afable que un día fuera la doncella bermeja.
Léxicos de Agur, Oráculo de este prójimo. Me he fatigado, y estoy agotado.
Nadie hay más necio que yo, no tengo juicio humano.
No he aprendido gnosis.
¿Quién enclaustró el céfiro en su puño? ¿Quién recogió el mar en su vestido?
¿Quién estableció los confines de la tierra?
La sanguijuela tiene dos retoños. Hay tres cosas que nunca se hartan:
Sima, bandullo infructuoso, tierra ávida de agua y fuego que nunca se harta.
Los grajos le sacarán los ocelos y será devorada por los abantones.
El rastro del águila por el cielo, el rastro de la serpiente sobre la roca.
Arpía que caza marido, de paso garboso y de airoso caminar:
Sí, hiciste el tonto presumiendo y has reflexionado, cierra la boca;

El albor pillo a las tres figuras en una quimera feroz, dos cuerpos abrazados zainos de suspicacias flemáticos, sobre un almarjal púrpura la infanta blonda sentada sobre su taca-taca, jugaba con su muñeca de trapo su nombre era pruna, pruna cetrina.
J. R.F.

viernes, 22 de enero de 2016

MITESORRROOOO:

Ssssiiii," Tesoro, mi tesoro", nos lo robaron, nos imputaron infortunio, nos acusaron de calumnia, ellos nos lo robaron...
Ellos nos dijeron, “Tesoro, mi tesoro”, nos dijeron léxicos, dichos amables, nos atribuyeron “Tesoro, mi tesoro” nos imputaron cargo de culpa, de querer apropiarnos del “Tesoro, mi tesoro”, ellos nos lo robaron, “Tesoro, tesoro mío, mi tesoro”, nosotros no hicimos más que mirar, el tesoro, güero tesoro recóndito, mimo del mimoso engatusado, “mi tesoro” nosotros sí lo observamos, gualda, alargado, bermejo tesoro, nosotros sí lo vimos “mi tesoro”, no somos culpables nos lo enseñaron, “Mi tesoro”, ellos nos calumniaron, tesoro, “ Mi tesoro”.
Acertijos lóbregos, bruna confusión, la del necio, injuria inofensiva velada en verbo de platica afable, imputación de importunación efectuada con blanda plática, sin enojo, reyerta fofa del ladino, acaecida antes de las uvas, malos augurios para un año nuevo, mala praxis del adivino en cueva bruna de orco pútrida, verbo del que se halla en situación de jerarquía, jerarca hábil falto de anhelo, pobre necio infeliz, incapaz de amar a ilusa dulcinea, idealista en fosca oscuridad que afrenta a “Mi tesoro”, no somos nosotros, los que ultrajamos, ellos nos lo quitaron, ellos fueron los que atentamente reprendieron, ellos, sí ellos nos lo quitaron, nuestra ilusión, “Mi tesoro”, fueron ellos, ilusos nosotros al platicar palabros sacados del corazón, “Mi tesoro”, fueron ellos los que nos bregaron, eso sí con verbo quedo, sí fueron ellos, “MI TESSSOOOORRRRROOOOOOOOOOOOOOOOOO”.
Juramos "Tesoro, mi tesoro", juramos servir, servir a la ama, la ama del TEEEESSSSOOOORRROOOO....

J.R.F.

jueves, 14 de enero de 2016

SANGRE Y ARENA:
Turbio, es el mañana, del reo difamado, culpable del cortejo, la áurea aurora, da paso al desagravio del romántico, cautivo de ardides de primorosa ataujía, la hembra, güera aquel día de antaño, la plática de verbo cortés vació su designio sobre iluso soñador, lacerado al recibir tan inesperada estocada, bruto herido sangrando en la arena del coso, estertor de último hálito, yacente impasible al alba, orto precoz, de yermo ilusionado, que el pretérito, aquel que reminiscencia narcótica da por hecho que fue bueno, fárrago mental del iluso al soñar, anhelo glaciar de la desmemoria, aquel que querellaron de ignominia, por descobijar su ánima ilusa, la mañana se alza brumosa, el espejismo de la cognición, monstruo producido por la bruna noche, al clarear el día facilita la dicción del manso, envistiendo a la figura blonda que sujeta el capote, diestra corneada por dócil astado, muerte inesperada, por mala praxis, plañido de albero carmesí, pecado de aquel noble bruto que envistió la diestra figura fuera del capote.
La lucerna áurea albúmina de la mañana del reo conducido al patíbulo, garrote del iluso ilusionado, novelero ejecutado por imbécil, la proximidad de la fría cárcava hoy húmeda, sin la posibilidad de la divagación, acude una última idea al burdo bruto, y piensa en ella, lo indultará.
El telón cae en la áurea aurora, la nada, ya el bruto no existe.
J.R.F.