lunes, 9 de marzo de 2015


ANOCHE TUVE UN SUEÑO:

Vino anoche a mi catre, la sombra de la desdicha, del recuerdo la imagen misma, sombra de su ser de hembra hambrienta, famélica de añejos años, vino ayer, platica afásica de sombra bermeja de ojos añiles, fría escarcha de embozo de lienzo de lino, exudación mía de secreción entumecida, vaho  gélido de lóbrega ánima, de ser misterioso que anoche durmió conmigo,  recuerdo reminiscente de años pretéritos, evocación de hembra rechoncha su abundante regazo erguido, turgente de hiniestas cúpulas de nimbos pardos, recuerdo agraciado de festejo lúdico, de danza nocturna de aquelarre Guímaro, aduce la sombra yerma a caricias antaño ardorosas, el frígido tacto de zarpas táctiles huesudas, anoche escarcha recuerdo tirítate desasosiego mío, la hermosa hembra nívea   vino a mi enjalma vestida de albo sudario holgado, recuerdo de mi demencia, embriaguez de mi narcosis, sopor de mi ánimo anhelo de mi esperanza, vino anoche ella, la amiga, la amante el amor de mi inocencia, vino su espectro gélido no de muerte de distante, apáticas caricias vacías, anoche se metió en mi cama, durmió mi   ánimo con ella, gozando álgidas caricias de recuerdos olvidados, mi hinchado Príapo autómata, mojo jergones relegados a recuerdos pretéritos perfectos  de tiempos arcanos que ella vivía más próxima en  casa de su madre, hoy dormí con su recuerdo, exhale jadeos cadenciosos junto a la famélica aparición de ente tan brumoso, boira, fosca aparición que vivimos esta noche como antaño pudo ser, pero acaece que al amanecer, cuando el crestón desafinaba, y el servicio reclamaba el avutardado  expeler, la albar catire dormía inocente como aquel día que en mi recuerdo evitaba,  dormía, ilusorio mi ser que cuando la vuelta di vi el lecho vacio, solo un catre frío después de una noche ilusa, ella vino esta noche viví, bebí su halito en un suspiro, sentí su cuerpo junto al mío,    amamos al amor una vez más sentimos que todo era verdad hasta el misma alborada que alborotó nuestro ser, vivimos, dormimos amamos embriaguez noctambula bucólica que al despertar abandona la claridad del día.

Ame la nostalgia o no pero todo esto paso esta noche, ella y yo vivimos nuestra propia orgia, sin más ya acabo la misiva, epístola bien embrollada, toda junta no separada, fábula, cuento o realidad para quien según su cristal, pero viví, bebí, y amé esta noche vino a verme esperare sonriente muchas noches de vigilia esperando otra ocasión  bien dormido en mi jergón a la bermeja criatura.

Me despido ya pesado, pero vivo bebo y amo a la aparición extraña, y despido ya esta carta hasta otra compañeros, si vivo más hablaremos de pláticas tan placenteras de noches frías de almas viajeras y demás cosas baldías, hasta otra compañeros.

J.R.F.

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