ANOCHE
TUVE UN SUEÑO:
Vino anoche
a mi catre, la sombra de la desdicha, del recuerdo la imagen misma, sombra de
su ser de hembra hambrienta, famélica de añejos años, vino ayer, platica afásica
de sombra bermeja de ojos añiles, fría escarcha de embozo de lienzo de lino, exudación
mía de secreción entumecida, vaho gélido
de lóbrega ánima, de ser misterioso que anoche durmió conmigo, recuerdo reminiscente de años pretéritos, evocación
de hembra rechoncha su abundante regazo erguido, turgente de hiniestas cúpulas de
nimbos pardos, recuerdo agraciado de festejo lúdico, de danza nocturna de
aquelarre Guímaro, aduce la sombra yerma a caricias antaño ardorosas, el
frígido tacto de zarpas táctiles huesudas, anoche escarcha recuerdo tirítate
desasosiego mío, la hermosa hembra nívea vino a
mi enjalma vestida de albo sudario holgado, recuerdo de mi demencia, embriaguez
de mi narcosis, sopor de mi ánimo anhelo de mi esperanza, vino anoche ella, la
amiga, la amante el amor de mi inocencia, vino su espectro gélido no de muerte
de distante, apáticas caricias vacías, anoche se metió en mi cama, durmió mi ánimo
con ella, gozando álgidas caricias de recuerdos olvidados, mi hinchado Príapo autómata,
mojo jergones relegados a recuerdos pretéritos perfectos de tiempos arcanos que ella vivía más próxima
en casa de su madre, hoy dormí con su
recuerdo, exhale jadeos cadenciosos junto a la famélica aparición de ente tan
brumoso, boira, fosca aparición que vivimos esta noche como antaño pudo ser,
pero acaece que al amanecer, cuando el crestón desafinaba, y el servicio reclamaba
el avutardado expeler, la albar catire dormía
inocente como aquel día que en mi recuerdo evitaba, dormía, ilusorio mi ser que cuando la vuelta
di vi el lecho vacio, solo un catre frío después de una noche ilusa, ella vino
esta noche viví, bebí su halito en un suspiro, sentí su cuerpo junto al mío, amamos al amor una vez más sentimos que todo
era verdad hasta el misma alborada que alborotó nuestro ser, vivimos, dormimos
amamos embriaguez noctambula bucólica que al despertar abandona la claridad del
día.
Ame la
nostalgia o no pero todo esto paso esta noche, ella y yo vivimos nuestra propia
orgia, sin más ya acabo la misiva, epístola bien embrollada, toda junta no
separada, fábula, cuento o realidad para quien según su cristal, pero viví,
bebí, y amé esta noche vino a verme esperare sonriente muchas noches de vigilia
esperando otra ocasión bien dormido en
mi jergón a la bermeja criatura.
Me despido
ya pesado, pero vivo bebo y amo a la aparición extraña, y despido ya esta carta
hasta otra compañeros, si vivo más hablaremos de pláticas tan placenteras de
noches frías de almas viajeras y demás cosas baldías, hasta otra compañeros.
J.R.F.
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